martes, 4 de marzo de 2008

Nuevamente, C.A.S.M.E.M.

El 29 de Septiembre del año pasado escribí que me sentía de la chingada por culpa del pinche trabajo, mezclado con la maestría y el desmadre personal.

A casí seis meses vuelve a pasar lo mismo, con la diferencia de que ahora no vivo en un hotel en Hermosillo, sino que son "viajecitos" de un día ("écheme la mano ingeniero, va y queda en chinga y ya así se regresa el mismo día").

Sólo espero que dejen de estar fregando en la capital por un buen rato.