viernes, 20 de julio de 2012

Doble Review: Kitchen & Sueño Profundo

Odio estar en defe. Todos los lugares están relativamente cerca, pero como hay demasiada gente moviéndose de un lado a otro, trayectos de 25 km. toman una hora y media. Y si llega a haber complicaciones (como la lluvia) puede tomar hasta tres hrs. transportarse entre sitios de los clientes en camión o metro. Lo único bueno de esto es que hay mucho tiempo para leer.

Sueño Profundo de Banana Yoshimoto.

Tres relatos cortos que tienen que ver con personas perdidas y las señales que reciben en sus sueños. En Sueño Profundo Terako tiene una relación con un señor casado cuya esposa está en coma. En Una experiencia Fumi cree que se está convirtiendo en alcohólica y cada que duerme escucha una música que le devuelve la paz. En La noche y los viajantes de la noche se relata la relación que tiene Shibami con los amores de su hermano muerto, su prima Mari y Sarah una estudiante de intercambio.
Sueño profundo fue una especie de compra de impulso. Estaba ahí parado en la librería con 100 pesos que podía gastar en algo mejor, pero ¿Cuándo chingados iba a tener un libro de la autora en Cd. Obregón? Probablemente nunca.

Es uno de esos libros ligeritos que se pueden finalizar rápidamente, aquí no habrá grandes giros de tuercas, ni exquisitas descripciones de las relaciones humanas. Solo un cuento disfrutable sin mucha más sustancia.

Kitchen

A  Mikage se le ha muerto su abuela, quien era su última pariente viva. Se encuentra sin rumbo y sin perspectivas de futuro cuando Yuichi, un joven amigo de su abuela, le sugiere que se mude a vivir una temporada con él y su madre Eriko, quien en realidad antes era su padre.

Mikage siente una especie de paz en la cocina y al conocer la de su probable familia adoptiva decide aceptar la oferta.
No suelo comprar libros que ya he leído. Menos si solo medio recuerdo de que tratan. Kitchen lo leí en mi primer semestre de la universidad y recuerdo que en aquella ocasión me causó una grata impresión. Seguramente solo porque la autora es japonesa y estaba en mi etapa de japanófilo.

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Con Banana me pasa algo parecido que con Haruki Murakami. Leo sus libros rapidito y honestamente las disfruto en el momento. Pero después de leer varias obras de la autora me ha quedado la impresión de que me está tomando el pelo. No es exactamente que se trate del mismo libro cada vez, pero hay demasiados elementos similares de un cuento a otro. 

Siempre abrirá con una protagonista que recuerda de forma melancólica un suceso. Durante el planteamiento habrá descripciones con tintes melodramáticos de como la vida se sucede sin que haya manera de detenerla. Seguramente habrá algunas conversaciones entre la protagonista y alguien más, del tipo "¿Te acuerdas cuando..?". Finalmente habrá un sueño que resolverá la trama de forma casi mágica (o literalmente de forma mágica).

Recomendable para la gente cursi que les gusten en exceso las cursilerías.

jueves, 12 de julio de 2012

Nothing more

Estoy hasta la madre de seguir en el D.F.

Here's a picture of my cat.



miércoles, 4 de julio de 2012

Confesiones electoreras de un pinche Guamu Güey

Ahí les va un pinche soliloquio.

Estos últimos días, todas las cuestiones respecto a las elecciones me tienen hasta la madre. Pero no fueron los partidos y su falta de empatía para la gente de a pie, ni los candidatos y sus promesas que quisieron disfrazar de propuestas, ni tampoco los constantes recordatorios de que había que votar para "cumplir con nuestro deber ciudadano", además de ser "emocionante, excitante y divertido" como lo repetían los múltiples spots diarios de televisión, radio, internet y sepalamadrequemás.

No, estoy hasta la madre de ver la intolerancia que se gesta entre la gente que conozco, la cual, en cualquier otra época del sexenio, suele parecerme bastante razonable. No así a últimas fechas.

Me encabrona sobremanera que parientes y conocidos que considero amables, empáticos y buenas personas con amplio criterio, tachen con una facilidad inusitada de pendejos, alborotadores, bola de güevones, vendidos o algo similar a los que se decantaron por una opción diferente a la suya.

Solamente dentro de mi familia hay votantes de los 4 candidatos presidenciales. De acuerdo a lo que veo publicado en esa "gran ola democrática" que son las redes sociales, hay bastantes pendejos, alborotadores, bola de güevones, vendidos y similares que comparten mis genes.

Estoy generalizando y acepto que en cierto momento yo lo he hecho. No todos son así. Pero me entristece leer, en general, las opiniones de quienes aprecio.

También estoy hasta la madre de la belicosidad con la que algunos de estos conocidos/parientes exigen que se defienda el voto, porque si no ganó su candidato es que a güevo hubo fraude. A mí tampoco me gusta el resultado de la elección, yo no voté por el que seguramente será declarado ganador. De hecho gracias a mi trabajo, a la manía de mi jefe de tenerme en la capital por largos periodos de tiempo, a la lejanía de las casillas especiales y al candado de que sólo existan 750 boletas para tratar de evitar chanchullos, no pude votar. Mi voto era para López Obrador.

Mi intención de voto hace tiempo que se decantó por alguien que, de acuerdo a lo que he observado, no ganó y estoy hasta la madre de ver los alegatos de fraudes en el proceso, aún antes de finalizado el mismo. 

¿Qué hay fotos de mantas de las casillas con comparaciones con el resultado publicado en el PREP y son diferentes? No me digan. Vamos a jugar un poco al abogado del diablo. ¿Entonces el fraude se gesta al modificar un porcentaje poco significativo de números que dan un resultado que no es oficial y sirve para no dejarnos tres días como imbéciles maquinando que es lo que hacen en lo obscurito? ¿Ya revisaron que los ejemplos más visibles (como el cambio de 81 por 801 pal PRI) aparecen en el PREP como no contabilizados por sobrepasar el número de votantes? ¿O sólo se buscan pretextos para tratar de explicar una diferencia de varios millones de votos?

"Pero pinche Guamu" -me dirán- "aunque no sean valores oficiales se truquean para que la gente crea que ya ganó el candidato que nos quieren imponer los poderes fácticos. Y tú como eres parte de Pendejistán lo crees".

El proceso de la elección funciona, es mi parecer. Ya existen medios por todos lados para tomar evidencia de cualquier cosa. ¿Entonces donde está la evidencia de afectaciones a más de 100,000 casillas? Y sí, soy un pinche aferrado al que no van a convencer de lo contrario a menos que me muestren muy buena evidencia que lo sustente. Cuando dicen que el proceso funciona por los múltiples candados que existen como herencia de la desconfianza surgida de lo que sucedió en época de mis padres, también lo creo.

Y ya para que me puedan declarar como un auténtico baboso, les digo lo siguiente: Estoy convencido de que los votos se contaron tal como se emitieron, con errores humanos y algunas chapuzas, en un margen totalmente tolerable para el monstruo de sistema que es. Por eso me desespera que busquen una trampa ahí y que además con una agresividad pasiva te pidan que te sumes a LA REVOLUCIÓN o medidas similares, porque #esecopetenoesmipresidente y NO NOS VAMOS A DEJAR.

¿Compra de votos? Ese es un argumento que considero con mayor validez. ¿Generalizado a nivel de decidir por un chingo el resultado? No lo sé, no lo creo.

El problema no está en los conteos. El problema es el sistema político actual en general, que externo al proceso mismo de la elección, se presta para perpetuar el poder en grupos manipuladores: clientelismo sindical, desigualdad mediática, votos influenciados por regalitos o comprados a la vil. Y estas mañas  no son de uso exclusivo del PRI. Esto lo hacen todos los partidos en sus cotos de poder. 

Vayan a mi rancho y escucharán como el PAN es el anticristo, amenazando funcionarios municipales para que consigan votos. Hace seis años decían lo mismo, pero del PRI. Hace doce ¿o quince? el malo era el PRD. El único punto en común siendo que esos partidos eran los gobernantes.

Finalmente me tiene hasta la madre el aura de pesimismo que percibo de la mitad de la gente que conozco. No elegimos como yo lo hubiera querido. ¿Y? El lunes pasado que llegué a trabajar, había exactamente la misma cantidad de chamba que antes y esa no se va a realizar por si misma. Ese trabajo es mi medio para tratar de seguir viviendo, de mejorar, de sobresalir. Soy un pinche idealista, pero por lo menos sé que lleguen los gobernantes que lleguen, no hay soluciones mágicas. 

Hace seis años voté por López Obrador. Lo hice sin que me convenciera su plataforma política, lo hice a pesar de su partido y alguna de la gente de la que se rodeó, lo hice básicamente porque después de pensar las cosas con calma me pareció que era momento de que otro sistema tuviera oportunidad de mover los hilos en lo más alto del organigrama. No ganó y en su momento también me tuvieron enfadado los alegatos de fraude. Y me digan lo que me digan y con todos los problemas que hay yo no sentí que el país se haya ido al caño. Life goes on.

Hace doce voté por el finado Rincón Gallardo, seguramente porque era un "chamaco pendejo que se deslumbra fácilmente" como me dijo algún tío en aquella ocasión. Mi voto no sirvió siquiera para que Democracia Social conservara el registro. Ganó el presichente e hizo muchas pendejadas de las que todos nos burlamos. A nivel micro no queda más que hacer lo que hay que hacer.

Sí, soy una máquina de decir clichés.

TL;DR --> Necesito una camisa que diga "Estoy muy viejo para ser 132".

Pd.- Tan sigue la vida, que me la pasé los últimos 5 años llevándole la contra a todos en cuestiones electorales. Si me hablaban de la existencia del fraude, pues yo decía que voté por Calderón. Con los que votaron por Calderón yo les hablaba del pueblo bueno al que le robaron su rayito de esperanza.