domingo, 30 de octubre de 2011

De Tesis y otras chingaderas

Ayer mientras terminaba de leer un libro por motivos exclusivamente lúdicos me pregunté el por qué tanta desidia para concluir el proceso de titulación de la maestría. Como siempre no tengo respuesta, aunque ya sé que son puros pretextos míos.

La verdad me faltaba muy poco, pero ya pasados dos años no sé si el asunto sea aún rescatable. Para lograr el titulo me sigue faltando muy poco, pero todo lo hecho está en la cuerda floja ya que probablemente ahora tengan que revisarlo personas diferentes y si no es de su gusto lo que he hecho, pues entonces será igual a que no estuviera hecho nada. 

Y creo que el problema principal es que el 90% del tiempo no me interesa conseguir el grado.

Los pasos que ocupo para el titulo son:
  1. Sacar mi certificado de preparatoria. El original lo perdí hace más de diez años
  2. Sacar mi cédula profesional (después de haber sacado el certificado de prepa porque es requisito)
  3. Terminar el capítulo final de la tesis (faltaba sólo que me aprobaran el capítulo de conclusiones)
  4. Conseguir nuevo asesor (lo cual podría hacer que tenga que revisar toda la tesis en el peor de los casos)
  5. Llevar un curso de actualización o demostrar que me he estado actualizando (cosa que no va a ocurrir ya que tengo muchos cursos técnicos que en nada interesan a quienes van a evaluar si soy digno de titularme de maestría)
  6. Pagar alrededor de 10,000 pesos (lo que equivale a instalar la cocina en la casa).
¿Se me quitará la güeva mañana? No sé pierdan la emocionante conclusión de esta historia en este su blog favorito.