Cambio de contador.
En la prepa, Sorel me preguntaba cuantos libros leía en un año, ese año la respuesta fue casi 50 (por lo cual se mofaba de que yo era casi europeo). Vamos a ver que tan jodido estoy ahora en comparación a hace 9 años.
"Jonathan Livingston Seagull" por Richard Bach.
Juan Salvador es una gaviota (obvio, supongo) que no se conforma con pelearse con el resto de la parvada por conseguir las sobras en la bahía. Lo que él desea es aprender a volar, realmente aprender a volar.
Por causa de sus ideas extrañas es expulsado y así, en el exilio, comienza su aprendizaje solitario, hasta que dos gaviotas le muestran un nivel más alto de existencia donde todas las gaviotas disfrutan del vuelo tanto como él.
Es ahí donde se encuentra con la gaviota más sabia de todas (un estereotipo del viejito sabio chino), la cual le enseña que si Juan lo quiere, todo es posible. A partir de ahí Juan sobrepasa los límites de lo físico, trasciende el espacio y el tiempo y decide que es momento de inculcar a las demás gaviotas el verdadero sentido de volar...
Me quedo sólo con una lección del libro. El verdadero aprendizaje se logra al inculcar a los demás los conocimientos propios. Eso, como lo dice Chiang, es el amor.
Pero dejando de lado lo filosófico y regresando a lo práctico, aún no entiendo el propósito de estas lecturas. Dicen los instructores que es por inculcarnos el gusto por las letras, que lo único que hacemos es calistenia mental, ya que si estamos jodidos, es porque tenemos atrofiado el cerebro por falta de uso.
Yo no estoy muy de acuerdo con esa aseveración, estoy completamente consciente de que mi hábito de lectura no se acerca siquiera a la de "una persona del nivel de un posgrado" (y ni que decir de la calidad de lo que leo), pero también creo que ahondan demasiado en la forma (¡Lean, lean!) y poco en el fondo (Lean este libro interesante por estas razones).
Según dicen, es porque como no estamos acostumbrados a leer, requieren dejarnos cosas simples y digeribles. Cuestión con la que, otra vez, no estoy muy de acuerdo.
¡Y ultimadamente!, si así fuera, creo que hay muchas mejores opciones que un libro de 70 páginas que se lee en 40 minutos. Digo, me gusta filosofar, pero hay obras que simplemente no entiendo (ni hago mucho por entender...).
En resumen: Mi coraje con este libro, no es el libro en si, sino la manera y razones en la que llegó a mis manos.
5 de 10 piyus-piyus. Algo se me debe de haber pegado. Odio cuando la gente generaliza.
En la prepa, Sorel me preguntaba cuantos libros leía en un año, ese año la respuesta fue casi 50 (por lo cual se mofaba de que yo era casi europeo). Vamos a ver que tan jodido estoy ahora en comparación a hace 9 años.
"Jonathan Livingston Seagull" por Richard Bach.
Juan Salvador es una gaviota (obvio, supongo) que no se conforma con pelearse con el resto de la parvada por conseguir las sobras en la bahía. Lo que él desea es aprender a volar, realmente aprender a volar.
Por causa de sus ideas extrañas es expulsado y así, en el exilio, comienza su aprendizaje solitario, hasta que dos gaviotas le muestran un nivel más alto de existencia donde todas las gaviotas disfrutan del vuelo tanto como él.
Es ahí donde se encuentra con la gaviota más sabia de todas (un estereotipo del viejito sabio chino), la cual le enseña que si Juan lo quiere, todo es posible. A partir de ahí Juan sobrepasa los límites de lo físico, trasciende el espacio y el tiempo y decide que es momento de inculcar a las demás gaviotas el verdadero sentido de volar...
Me quedo sólo con una lección del libro. El verdadero aprendizaje se logra al inculcar a los demás los conocimientos propios. Eso, como lo dice Chiang, es el amor.
Pero dejando de lado lo filosófico y regresando a lo práctico, aún no entiendo el propósito de estas lecturas. Dicen los instructores que es por inculcarnos el gusto por las letras, que lo único que hacemos es calistenia mental, ya que si estamos jodidos, es porque tenemos atrofiado el cerebro por falta de uso.
Yo no estoy muy de acuerdo con esa aseveración, estoy completamente consciente de que mi hábito de lectura no se acerca siquiera a la de "una persona del nivel de un posgrado" (y ni que decir de la calidad de lo que leo), pero también creo que ahondan demasiado en la forma (¡Lean, lean!) y poco en el fondo (Lean este libro interesante por estas razones).
Según dicen, es porque como no estamos acostumbrados a leer, requieren dejarnos cosas simples y digeribles. Cuestión con la que, otra vez, no estoy muy de acuerdo.
¡Y ultimadamente!, si así fuera, creo que hay muchas mejores opciones que un libro de 70 páginas que se lee en 40 minutos. Digo, me gusta filosofar, pero hay obras que simplemente no entiendo (ni hago mucho por entender...).
En resumen: Mi coraje con este libro, no es el libro en si, sino la manera y razones en la que llegó a mis manos.
5 de 10 piyus-piyus. Algo se me debe de haber pegado. Odio cuando la gente generaliza.
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