martes, 19 de junio de 2007

Libros terminados en el 2007: 6

Hace dos semanas el maistro que nos encargó hacer "calistenia mental" nos dejó como asignación leer un libro, el que quisieramos, siempre y cuando "me sirviera a mi y a mis compañeros". Decidido a no leer otro libro de auto-ayuda o alguna fábula administrativa, conseguí prestado un libro sobre liderazgo.

Parte de la asignación era entregar un ensayo / resumen / escrito / opinión sobre la lectura. Como soy muy güevón, la repito aquí.


Liderazgo al estilo de los sopranos. Cómo convertirse en un gerente más efectivo.
de Deborrah Himsel

¿Qué es lo que hace a un líder? La autora comenta que esto es lo que se preguntan miles de empresas que gastan millones en seminarios, talleres y programas de liderazgo. También menciona que desgraciadamente la mayoría de esos talleres están llenos de teoría que sólo ocasionan que los cursantes apenas "sobrevivan" a ellos con los ojos abiertos.

Por eso decidió tomar un acercamiento distinto a la literatura del liderazgo tomando como ejemplo a un personaje ficticio de la serie "Los Soprano". La autora indica como está de acuerdo en que este acercamiento puede tomarse con escepticismo y como ella no confiaría en un libro titulado "el liderazgo al estilo Simpson".

La diferencia, dice la autora, no está en describir a un líder que evidentemente tiene muchas fallas, cuyos métodos no podrían ser utilizados en una organización del mundo real y que ni siquiera existe. La idea no es copiar los métodos de Tony Soprano, sino tomarlos como inspiración y aplicar las verdades teóricas sobre el liderazgo que se demuestran en sus acciones acertadas y también en sus fallas.

¿Y cuáles son esas verdades?

Mantener claro el objetivo estratégico.

  • El cual siempre al final consiste en ganar montones de dinero para la empresa. Hay muchas formas de lograrlo: analizando los mercados tradicionales de forma distinta, siendo observador de las necesidades del mercado y estimulando a los compañeros para que ellos también busquen nuevos modelos de negocio.

Un buen líder debe tener carisma.

  • Esto no quiere decir ser agradable para los demás, sino contar con fortaleza interna y firmeza externa, contar con creencias firmes con respecto al trabajo y, tal vez lo más importante, tener comodidad con el poder.

  • En este último punto es donde los administradores fallan con más frecuencia ya que con la posición se obtiene poder, pero no todos saben utilizarlo. Muchos abusan de él, humillando a los subordinados y otros casi nunca lo usan, ocasionando un caos.

Un líder define quién es el jefe

  • Muchas organizaciones se pierden dentro de estructuras organizacionales "de moda" que se distancian lo más posible de la estructura tradicional de pirámide, pero que no les brinda grandes beneficios. En realidad lo que sucede es que no hay una definición de las responsabilidades de los miembros de la empresa.

  • Lo que debe buscarse es el balance que mejor funcione y para esto podría ser mejor una comunicación fluida y un proceso definido para resolver los conflictos de trabajo (que casi siempre surgen por alguna ambigüedad en la responsabilidad).

Funcionar como un coach “de las tropas”

  • En este punto el líder debe potenciar las habilidades inherentes de sus subalternos, debe proporcionar retroalimentación clara que les permita saber donde están y que es lo que se espera de ellos. Así mismo debe permitirles hacer su trabajo (delegando cuando sea posible), pero interviniendo para ayudarlos cuando lo necesiten.

Mantener una correcta comunicación

  • Entre los muchos errores de los administradores y gerentes se encuentran los relacionados con la comunicación, como lo son el hablar utilizando "palabras de un millón de dólares" que suenan muy bien, pero que nadie entiende o convertir cada reunión en un monólogo de dos horas o asumir que porque se tiene bien definido el objetivo, los demás también lo comprenden.

Obtener retroalimentación

  • Otro error es el no aceptar la retroalimentación que es necesaria para eliminar aquello que está mal y mejorar aquello que está bien o el extremo contrario, hacer caso de toda la que se obtiene, lo que ocasiona que los subalternos se muestren manipuladores y traten de conseguir más por menos esfuerzo. Un buen líder debe poder discernir la paja de lo substancial.

En resumen, se pueden obtener varias lecciones sobre el liderazgo por medio de analizar el estilo de Tony Soprano, pero lo que se busca no es que el lector intente aplicarlas tal cual. Hay características intrínsecas en la personalidad del personaje (su carisma, su inteligencia emocional y su perfil a la obtención de resultados) que le permiten actuar de la mejor manera y salir de situaciones complejas.

La idea no es que el lector sea un experto en el tema, sino que pueda aplicar las lecciones aprendidas. Y para eso el requerimiento principal es que nos decidamos a aplicar nuestro propio método de liderazgo en todos los aspectos de la vida.

Porque como diría Tony:

"Más se pierde por indecisiones que por decisiones malas"

Piyus-piyus pending.

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