domingo, 20 de octubre de 2013

Review atrasado: Jpod


Jpod, de Douglas Coupland, es la clase de libro ligero basado totalmente en el uso de un humor absurdo y estúpido de la cual se hubiera burlado mi apá, diciendo "cómo te gustan las pendejadas".

Y tendría toda la razón porque desde el principio es precisamente eso.

Jpod trata de las situaciones jocosas (wink wink) que suceden en la vida de Ethan Jarlewski, todas causadas por su excéntrica familia y compañeros de trabajo. Ethan trabaja como programador en una compañía de videojuegos en el área conocida como Jpod, un pedazo escondido en el sótano donde los cubículos están ocupados por empleados cuyos apellidos comienzan con "J" a causa de un error provocado por el Y2K. El que todos los esclavos de jpod pasen el límite legal de lo excéntrico es pura coincidencia. Su madre es aficionada a la botánica "redituable" y puede o no haber matado a un traficante por error, o no. Su padre es un aspirante a actor, desesperado en conseguir un rol con diálogos y con un affair con una actriz/modelo no muy completa del cerebro. Su hermano esconde inmigrantes ilegales en su casa por deudas anteriores contraídas con Kam, el capo, traficante y asesino chino más buena persona que nadie pudiera conocer.

Y así, la vida va normal en Jpod, hasta que todo comienza a irse al carajo cuando los jefes deciden que hay que agregar una tortuga antropomórfica "radical" y "cool" al juego de patinetas que es el proyecto actual de la compañía.

Personajes amorales, referencias pop al por mayor, métodos alternativos de entregar la narrativa y auto inserción por parte del autor. Todos los elementos para un desastre literario conjuntados. Y sin embargo, la novela es ligera y altamente satisfactoria, igual que una sopa maruchan con limón y salsa de botella (igual de hueca también).

Los mejores segmentos son sin duda las cadenas de texto y mails que se envían entre sí los prisioneros de jpod a lo largo del libro. Por ejemplo, el pasado de los jpoditas es revelado en un concurso de cartas de amor a Ronald McDonald. ¿Por qué razón? Ya ni me acuerdo.

En fin. Libro altamente recomendable si la expectativa es leer pendejadas (apá dixit).

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