El viernes pasado por la noche murió repentinamente mi abuela. Estaba de visita aquí en Obregón cuando pasó. Hoy fue el funeral en Culiacán.
Ese mismo viernes, unas 6 o 7 horas antes me acababan de operar y por lo mismo no puedo viajar, ni ayudar en nada. Ni siquiera acompañar a mi mamá.
Se siente asquerosamente horrible tener que estar aquí sentado buscando que chingados hacer para no estar pensando en eso.
Ya veré la próxima semana que fregados puedo hacer
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