sábado, 28 de mayo de 2011

Socialité de T.I.

Tengo la maña de socializar un poco con los clientes. No soy el güey más carismático del mundo y de hecho conozco varios a los que les caigo como una patada en el hígado a los 4 minutos de conocerme. Sin embargo por lo general suelo llevarme bien con ellos. Al grado de que las groserías fluyen en ambos sentidos sin que nadie se ofenda demasiado.

Es algo raro porque no suelo ser un personaje social. Al contrario, si en una fiesta nadie me pela seré el güey más feliz del mundo. Tampoco suelo andar por la vida entablando comunicaciones con desconocidos como lo hace, por ejemplo, la pleba más pinta del mundo o cierto ex burócrata y ex sonorense.

¿Será que mi instinto de sobrevivencia se dispara en automático para que, cuando todo el trabajo valga madre, los chingazos y quejas sean más leves? 

1 comentario:

Mostro En Turno dijo...

A ver, no creo que las quejas y chingazos vayan a acabarse. Mas bien, si el trabajo se acaba (y a ti te dan la acostumbrada patada en la cola) de seguro los miembros restantes de tu equipo se quejaran de ti. No es que haya sucedido aca cuando te saliste, ejem.. pero asi pasa en todos lados no solo en las huestes de la IT, es el barrio chino Marge.

Perdona la mala ortografía pero estoy socializando con mis compañeros de celda y les ofrezco dulces Damys del osito montes.

Paz