Guitarra para güevones

Es hecho conocido que la guitarra es el símbolo del músico frustrado.

Hace algunos años me dió por comprarme una acústica por puro impulso, el primer shock fue cuando descubrí que para tocar un sólo de Brian May (gasp!) se ocupa antes afinar las cuerdas.

Así que comencé un largo proceso de aprender a distinguir los sonidos para hacer que un acorde de RE no sonara como FO menor sostenido.

Con el tiempo los sonidos comienzan a distinguirse y aunque tal vez sigas batallando con la afinación, ya sabes distinguir un sonido de otro.

La afinación es el punto donde he visto a la mayoría de aspirantes a rockeros tirar la toalla. Dos ejemplos que me vienen rápido a la mente son mis hermanas y el Fat.

Ahora veo que Gibson acaba de sacar una guitarra que se afina sola de seis modos distintos. Le veo una clara ventaja: disminuye bastante el grado de frustración de los aspirantes a músicos. Le veo un claro problema: el proceso de afinación que ayuda a educar el oído desaperece.

Soy güevón, pero en este aspecto, prefiero batallar.

Reuters: First robot electric guitar