jueves, 12 de julio de 2007

Guamu en Chilangolandia: Antes de...

Muchos compañeros anhelan más que nada que los manden del trabajo a un curso de capacitación. Con mayor razón si es un curso que quieren y que nunca podrían pagarse por si mismos. La idea es que es mucho mejor el que alguien te diga como hacer las cosas (a pesar que después te exijan que hagas maravillas y desaparezcas conejos por medio de servidores) que estar como güey leyendo manuales y otros documentos técnicos para entender esos esotéricos manuales. Aun que principalmente se quiere tener "el papelito".

Ese no es mi caso, ya que siempre que me van a mandar a cualquier tipo de "capacitación" pasa algo. La primera vez me enviaron a Hermosillo, sin decirme que la reservación vencía a las 6 de la tarde, siendo mi hora de salida las 7 de la noche. Además dicho curso era para invitados y yo no era esperado, esperaban al jefe del jefe del jefe de mi jefe. A final de cuentas el dichoso curso no fue tal, ya que lo que habían mandado como información previa no se cumplió y esa parte que no se vio (porque no le interesaba al organizador del cursillo) era lo que yo iba a ver y a implementar a mi regreso. Además no hubo papelito.

La segunda ocasión no tuve que salir de Obregón ya que fue un evento organizado por la uni de mi ex-chamba. No pude llevar más que dos horas del mentado curso porque a cada rato me sacaban los jefes por cualquier babosada. No hubo papelito, sólo una tasa térmica que se agenció mi padre.

La tercera ocasión fue a un evento de la Red de Seguridad en Cómputo del Noroeste en Hermosillo, saliendo de Obregón en el carro de la universidad. El súper chevy se ponchó dos veces antes de llegar a Bacum (para los que no saben: pueblo que está a no más de 15 minutos de Obregón). Por supuesto no llegamos a tiempo el primer día de los cursos, que además que no eran de lo que se le había promocionado al jefe del jefe de mi jefe. Cuando lo supo el jefe de mi jefe se hizo pendejo y salió con un chíngate por que "esos recursos ya habían sido comprometidos". ¿Perdón? Hasta donde yo sé me fui de raite con alguien del instituto (no pagué transporte), caí de arrimado en cuarto de hotel de un compañero (no pagué hotel), el curso era para IES invitadas (no costó el curso) y dos días preferí irme a comer con el fat (por lo que casi no pagué comida)

Esta vez voy en forma a un curso de una semana en el Defeño, para tener una certificación que necesito tener ahí en mi trabajo. Como es costumbre siempre hay broncas.

Para empezar, cambiaron las fechas del curso dos veces con menos de una semana de anticipación, lo que ocasionó un desmadre administrativo en la empresa. Después Aeroméxico no tenía la más mínima idea de que yo quería viajar el día de la reservación, por lo que no existía una madre que le llaman "boleto electrónico", pasaron dos horas para que me dieran los pases de abordar. Para acabarla de fregar el pinche vuelo se retrasó dos horas y además tardó una hora y media más de lo planeado, por lo que llegué a las 2 a.m. del D.F.

El viaje en sí no fue nada fuera de lo normal, tampoco pude ver mucho porque la mayor parte del trayecto estuvo nublado. Aproveché para seguir con el "libro del Prozac" como le dice mi amá.

No sé que hice, dije, o dejé de hacer o decir, pero el vecino de asiento se puso a averiguar que fregados hacía, mi status socioeconómico y al final de la breve charla me dio su tarjeta. El fulano resultó ser el "Coordinador de la obra pública" del "H. Ayuntamiento de Cajeme".

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